lunes, 20 de febrero de 2012

¡Empieza el día con alegría!

Después de un tiempo en silencio, retomamos la actividad bloggera y como no solo me interesa la moda para este nuevo post vengo con un tema vitalista: ¡Empieza tu día con alegría!

Yo soy la primera a la que le cuesta horrores madrugar para ir a trabajar. Otra cuestión es "madrugar voluntariamente", pero aquello de madrugar para ir a hacerme una analítica, o ir a trabajar, lo reconozco, "me puede". Así que voy a centrarme aquí en proponer siete puntos para comenzar el día con vitalismo, energía positiva y tener así, cada día, el mejor de nuestros días.

1/ Suena el despertador. Te propongo que lo pongas siempre diez minutos antes de lo que lo pondrías. Ya sea: para ronronear algún minutillo en la cama hasta que superemos ese frío para levantarnos, para lograr abrir los ojitos, o para ganar ese tiempo y convertirlo positivamente en una actitud positiva para encarar el día sin prisas y con la mejor de nuestras sonrisas.

2/ El aseo personal. Dedícate tu tiempo. Mímate. Sonríete al espejo. ¡Ponte Bell@!

3/ El desayuno. Cuanto más completo ¡mejor! Nunca escatimes en tiempo ni en desayuno. Tostadas, zumo, fruta, café con leche o lo que te tengas costumbre, pero ¡no lo perdones nunca y tómalo! ¡Y tómalo bien! Yo, por ejemplo, tengo costumbre de tomarlo sentada frente a mi pc, leyendo los periódicos digitales del día.

4/ ¡Vístete! Como decía la canción de Nacha Pop. Y cuida todos los detalles, aunque te dé pereza. Si te da mucha pereza, procura seleccionar la ropa la noche anterior y dejártela preparada, así como algún complemento que quieras utilizar.

5/ El momento desconexión. En este momentito, muy breve, yo cambio la comida de mi mascota y me preparo un pequeño tentempié para llevarme a mi trabajo. Suele ser algo de fruta y un café con leche que me llevo ya preparado en un termo para controlar así la cantidad de cafés que me tomo al día, y no excederme.

6/ El desplazamiento. Ya sea a pie, en bus o metro, desplazarse para ir a trabajar, no es tampoco santo de nuestra devoción. Pero si convertimos ese trayecto a pie en un agradable paseo disfrutando del entorno, o esos trayectos en transporte público en nuestro ratito de lectura, lograremos llegar al trabajo más distendidos y relajados. Yo, a veces, incluso voy leyendo a pie por la calle! :D

7/ La sonrisa. Que nada ni nadie os perturbe vuestra sonrisa. Sonreír es una opción (igual que lo es "amargarse") así que optad por sonreír, y por sonreír a la gente, a la vida y a los problemas. Aunque os parezca un gran esfuerzo, si lo intentáis será la sonrisa la que se apoderará de vosotros.

¡Merece la pena intentarlo! ¿No crees?

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