Ante todo, disculpas si hay algún seguidor y éste se ha visto abandonad@ por la autora del presente blog, es decir, me.
La verdad es que estoy presente en la blogosfera desde hace ya casi 9 años y supongo que eso ha hecho que haya perdido la magia para mí. No obstante, os leo a todos lo que os leía cada día. A lo que iba, que ya no tengo disciplina para escribir "en abierto" (aunque tampoco demasiada en privado). He tenido varios intentos de blogs, en otros lugares, pero no acabo de... Ayer reflexionaba sobre los tipos de blogs que leo actualmente: los hay generales, las bitácoras que todos conocemos, que cuentan vicisitudes del abajo firmante; los hay que son egoblogs o fashion blogs; los hay literarios, que todo sea dicho en muchos casos están patrocinados para publicitar así los títulos de más reciente publicación y es que ¡qué mejor manera que una buena crítica de un lector!; los hay que recomiendan productos, y aquí pasa lo mismo que con los libros, a los fabricantes les sale mucho más económico que una gran campaña de publicidad, el tradicional boca a boca de clientes satisfechos a base de muestras repartidas entre bloggers con gran número de seguidores, y ese es el panorama blogger actual. Yo voy por libre. No quiero ser bitácora porque prefiero dejar el lado más personal para mí, pero quiero ser libre para comentar aquello que realmente me agrada o considero de utilidad, y aquí por qué no, quizás algún día cite una marca o producto. La cuestión es que internet, los blogs, y las actuales redes sociales dan juego en cuanto a organización colectiva. ¿Y qué pasa cuando se llega a una organización colectiva? Pues "el unidos venceremos", es decir, que volvemos a nuestros orígenes, en los que se puede más unidos que por separado, porque todo vuelve siempre a sus orígenes y quizás igual que del Big Bang vinimos al Big Bang volveremos. Esto sólo es un juego de palabras, lo que quiero decir es que en los tiempos que corren, estar unidos, aunque sea cada uno desde su casa y gracias a un pc, podemos cambiar cosas. De entrada ya está cambiando el modo en que la publicidad llega a nosotros, ¿o es que con todo esto rollo que he soltado aún no os habéis dado cuenta de que ahora la publicidad la hacemos nosotros y encima, gratis? No hay más que ver las redes sociales, el tipo de páginas al que damos un "me gusta", o el concurso que nos hace llegar hasta ese clic. Todo son acciones promovidas a obtener nuestros clics, nuestros datos y, ante todo, una buena publicidad, gratis, bidireccional, con feedback... Cabe decir que lo ideal sería que tras estos perfiles que generan movimiento en las redes, hubiera personas cualificadas, formadas en marketing pero también en áreas de atención al cliente pero con los tiempos que corren también, ese trabajo lo acaban haciendo todavía becarios o voluntarios. Tengo esperanzas, porque soy una persona optimista de mena, (optimista de tipo, de raza, vamos). Hemos pasado de ser JASP en los '90 (Jóvenes-aunque-sobradamente-preparados) a estar en la calle, preparados, desempleados, pero conectados a internet, formándonos desde casa más aún si cabe. Y me pregunto yo para qué, si al parecer para tener un alto cargo gubernamental no hace falta tanta preparación, sólo hacen falta unos cuantos amigos, o a falta de esto, unos cuantos sobres o bolsos de Vuitton.
Cuestión de actitud (lo del optimismo ante tal situación).
Soy de las que ha decidido vivir el presente para no perdérmelo. Dejar de postergar (sí, se entiende mejor que sí utilizo la tan-de-moda procrastinar). No preocuparme por el futuro ni por problemas venideros que no han llegado. Disfrutar al máximo de cada minuto que me regale la vida sin preguntarme más porqués. Porque ya he perdido demasiado tiempo en ello, planificando cosas absurdas que nunca salen como uno desea, soñando encorsetada por los dictámenes de la sociedad. Ahora lucho y vivo el momento por aquello que a cada momento me place o se me antoja. Porque si merece la pena, ¡lucho por ello! y si no, señal de que no me importaba tanto o puedo vivir sin ello... ¿Y lo mejor de todo? Que al fin, para nada, me importa lo que piensen los demás, porque lo verdaderamente importante es no defraudarse a uno mismo, y hallar la paz y la felicidad interna. Y como decía Audrey Hepburn... Tenemos dos manos al final de cada uno de nuestros brazos: una para ayudarnos a nosotros mismos, y otra para ayudar a los demás.
Todo llega si tiene que llegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario