Acabo de terminar este libro y me ha resultado deliciosamente
precioso. Delicioso porque sin transcurrir en ellos, tiene que ver con
fogones y manteles a cuadros rojos y blancos de un romántico restaurante
parisino. Precioso, o bello, como me gusta calificarlo a mí, por
la dulce historia que cuenta. Podéis encontrar información del libro y
de Nicolas Barreau, su autor, aquí.
Ya tengo ganas de leer Me encontrarás en el fin del mundo, su siguiente novela, pues si lo que promete en su portada es cierto -y se ha cumplido con esta- no me va a decepcionar.
Aunque es cierto que tengo una larga cola de libros en lectura, y que los voy seleccionando según mi estado de ánimo y, por estúpido que parezca, lo que me transmitan las portadas. Hasta ahora no me ha fallado. Cuando un libro me ha llamado hasta ese punto, he descubierto verdaderas revelaciones.
*Edito: No sé qué ha pasado, ¡ha desaparecido la foto! ¡Y parte de lo que había escrito! Por ahora se va a quedar así...
Aunque es cierto que tengo una larga cola de libros en lectura, y que los voy seleccionando según mi estado de ánimo y, por estúpido que parezca, lo que me transmitan las portadas. Hasta ahora no me ha fallado. Cuando un libro me ha llamado hasta ese punto, he descubierto verdaderas revelaciones.
*Edito: No sé qué ha pasado, ¡ha desaparecido la foto! ¡Y parte de lo que había escrito! Por ahora se va a quedar así...
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